Cuando más uno cae, ellas más fuerte te sostienen, cuando más uno se equivoca, ellas más te comprenden, leales, de corazón abierto.
intuitivas,
con sexto sentido,
rebuscadas,
enroscadas,
manijeras,
sinceras,
bellas, siempre bellas,
filosas y precisas,
gigantes y diminutas,
hadas y brujas,
heroínas y mártires,
pilares y diosas.
Mujeres, gracias a cada una por existir. Incluso las que me lastimaron, porque de ellas aprendí más que de ninguna.
Bellas, ustedes en estos meses han compartido muchísimo de mi tiempo de trabajo, susurrándome al oído.
No puedo dejar de mencionar a Estela porque sin ella no sería lo feliz que soy hoy, ni a mi madre Stella Maris, que me adoptó a instantes de nacer y me dio más amor que ninguna madre. Su madre, mi abuela Ema llegó tan profundamente en mí que tengo cinco lunares exactamente en los mismos lugares que ella "Mimetismo" dijo un médico.
Y después: Marcela Montenotte, mi profesora de letras en la secundaria y Graciela Repún, la más brillante escritora que conozco y la más generosa, si hoy soy casi un escritor es por sus sabios consejos.
Sí claro, la enfermera de los Animaniacs también.
Un abrazo y que tengan un día brillante, aunque no necesitemos un día especial para recordarlas.
LEO BATIC
(el ilustrador de La Plata)
PD: Les envío una diosa, o una duenda: La Pachamama, nuestra madre Naturaleza.
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